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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.
Socio-Director de Eurogroup Human Resources.Orgulloso de colaborar con Intereconomía desde abril de 2012."""
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¿A quiénes benefició el “no rescate de España”?

17 de abril de 2015

En España, un país en el que nuestra corrupta y mediocre partitocracia enterró tanto a la meritocracia como a Montesquieu hace más de tres décadas, la casta bipartidista puede llevar a cabo cualquier atrocidad político-económica, y edulcorar la misma mediante mentiras, sin tener  que responder por ello política y judicialmente ante los ciudadanos. 

El caso del “no rescate global del Reino de España” (debemos diferenciarlo del bochornoso y corrupto rescate financiero), como tantos otros casos, es paradigmático, tanto en cuanto el Gobierno ha convertido el mismo en una de sus principales bazas electorales para tratar de convencer a los españoles de los beneficios que le ha supuesto a España no ser rescatada.

Para ello y evidentemente, el PP está constantemente lanzando un eslogan  mediático y político-electoral basado en que España evitó el rescate gracias a las políticas económicas del Gobierno y a la confianza que las mismas aportaron en su momento a los mercados.   

Y como no podía ser de otra manera, el Gobierno no ha contado la verdad al respecto y, por supuesto, tampoco se le han exigido responsabilidades de ninguna índole por ello. Al igual que al Gobierno anterior de ZP, que fue el que dejó a España en quiebra.  

En relación con lo anterior, la primera mentira del Gobierno de Rajoy es atribuirse la autoría de salvar a España de ser rescatada. Puesto que realmente quien evitó el rescate fue el  presidente del BCE, Mario Draghi, adoptando a tal efecto las denominadas “políticas expansivas de barra libre”, cuyas consecuencias, entre otros factores, han llevado a nuestro país a lograr el actual récord de deuda pública, y que tendrán que pagar (o no, por ser impagable), las nuevas generaciones.

Y el segundo engaño por parte del Gobierno del PP consiste en poner en funcionamiento una política de comunicación institucional dirigida a los españoles y basada en el siguiente mensaje: “El rescate de nuestro país hubiera supuesto un empobrecimiento masivo de todos los ciudadanos”.     

En este sentido y para desmontar tal argumento, es vital diferenciar a los españoles que les ha favorecido que España se librase del rescate y, por el contrario, a los que les ha perjudicado el no rescate de nuestro país.  

Teniendo en cuenta que el principal objetivo que la Troika exigió a España fue transformar nuestro déficit en superávit (de tipo primario, es decir, sin contar los intereses de la deuda), podemos deducir que si el FMI, el BCE y la CE nos hubieran rescatado, habría sido a costa de reducir el tamaño del Estado y, por ende, eliminando el improductivo y corrupto gasto público-político.

Tanto es así, que un rescate de España hubiera supuesto despedir a cientos de miles de parásitos sociales que viven plácida y corruptamente en la Administración, gracias a la deuda pública y a los impuestos del resto de los españoles, y entre los que se encuentran políticos con puestos duplicados e innecesarios, asesores (familiares y amigos) que no asesoran, liberadísimos sindicales, empleados públicos sin oposición y enchufados por los partidos políticos (o con una oposición corruptamente diseñada a medida), etc.

Porque en general, el rescate de España hubiera significado liquidar o, al menos, reducir ostensiblemente las subvencionadas estructuras político-administrativas y clientelares de la “Administración paralela” de  cada una de nuestras autonomías y ayuntamientos.   

Debido a estos motivos, el rescate de España suponía atentar contra la corrupta partitocracia y todas sus redes clientelares, que son la base sobre la que se sustenta el verdadero poder de los dos principales partidos políticos españoles.

Consecuentemente, y una vez desenmascarados a los beneficiarios del no rescate de España, los auténticos damnificados de que España no fuera rescatada son los parados, los pensionistas, las pymes, los autónomos en todas sus modalidades, los empleados del sector privado y, también, aquellos funcionarios con oposición legalmente ganada que han sufrido los recortes y la reducción de las prestaciones públicas promovidas por los dos últimos gobiernos.

Si España hubiera sido rescatada, estos últimos colectivos probablemente habrían sufrido las mismas calamidades socioeconómicas a corto plazo y en función de los super recortes que la Troika hubiera puesto en marcha. No obstante, a largo plazo y a consecuencia de la reducción drástica de la Administración, provocada por el supuesto rescate, hubieran disfrutado de una menor carga fiscal y, por supuesto, de un nivel adquisitivo y de calidad de vida mucho más alto.

Además, el rescate de España habría reducido tanto nuestro déficit como nuestra deuda y, todo ello, habría acelerado la creación de empleo productivo por parte, sobre todo, de pymes y autónomos. 

En definitiva, Rajoy y su gobierno prefirieron endeudar a los españoles de por vida y, paralelamente, adoptar una política fiscal abusiva y confiscatoria, antes que pinchar la búrbuja político-administrativa y clientelar que está arruinando a España a marchas forzadas.  

Si verdaderamente el Gobierno de Rajoy evitó el rescate de España, en realidad, a quienes salvó fundamentalmente fue a la casta & asociados. Pero, sin embargo, a millones de españoles los ha hundido en la miseria.  

 

ZP y Rajoy han convertido a España en un país todavía más parasitario de lo que ya era antes de los desgobiernos de estos dos nefastos presidentes (los peores de nuestra antidemocracia), en el que el sector público-político parasita al privado.

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