«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.
Es licenciado en periodismo; doctor en Economía Aplicada y BA (Hons) en la Universidad de Essex (Reino Unido). Dedicado durante décadas al periodismo económico y de investigación trabajó para El País, Le Monde, Diario 16, Cambio 16, Le Soir, Avui, Radio Nacional de España y El Noticiero Universal. Fue el primer director de Intereconomía Televisión y también director editorial de Grupo Intereconomía. Entre otros premios obtuvo la Antena de Oro de la Televisión por Más se perdió en Cuba.
Es licenciado en periodismo; doctor en Economía Aplicada y BA (Hons) en la Universidad de Essex (Reino Unido). Dedicado durante décadas al periodismo económico y de investigación trabajó para El País, Le Monde, Diario 16, Cambio 16, Le Soir, Avui, Radio Nacional de España y El Noticiero Universal. Fue el primer director de Intereconomía Televisión y también director editorial de Grupo Intereconomía. Entre otros premios obtuvo la Antena de Oro de la Televisión por Más se perdió en Cuba.

El traidor Marc Márquez

8 de diciembre de 2014

Es un piloto genial y un chico muy simpático este Marc Márquez. Con sólo 21 años ya es cuatro veces campeón del mundo de lo que le gusta: ir en moto a gran velocidad. Se le ve contento, aunque no agradecido. Resulta que el chaval de Cervera (Lleida) ha decidido hacerse andorrano y dejar de pagar impuestos en España. Es decir se desconecta de aportar a la sociedad española. Si aquí usted piensa: “Si yo pudiera, también lo haría”, aplíquese el adjetivo del título del artículo.

Es joven pero no tonto. En España los 10 millones al año que le pagan por ir a la velocidad del demonio en los circuitos, esos que no le discute nadie y que todos aplaudimos le costarían un 49% de rendimiento tributando como renta y tendría que responder de su patrimonio, como todo hijo de vecino. A miles de españoles también nos quitan la mitad de lo que ingresamos y, unos más y otros menos orgullosos pagamos y votamos a ver si el mastuerzo de Montero se da un golpe en la cabeza y entiende que lo suyo es confiscatorio.

Márquez se aprovecha del Principado S.E. (Sin Escrúpulos) de Andorra que le acoge con los brazos abiertos. Paga 50.000 euros de “derrama” y le dan la residencia andorrana con lo que pagará 30.000 euros al año hasta 2018 y luego un ridículo 10% anual sobre los ingresos.

En España estaría pagando casi cinco millones de los 10 millones que gana. Creo que tendría que doler menos ceder 5 millones de Márquez que los 50.000 que paga uno que ingrese 100.000 euros. No es nada personal contra Márquez (lo mismo hacen Dani Pedrosa o Jorge Lorenzo). Pero en un país normal, deberían notar estos insolidarios fiscales nuestro reproche. Como lo notó su paisana Mercè Pigem, la vocal de CiU en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cuando la pillaron bajando de Andorra, 9.500 eurillos para regalos de Navidad.

Debo tener algo de “gato” a los de Lleida o Lérida, porque siempre me acuerdo de aquel Josep Borrell, es secretario de Estado de Hacienda y ex ministro pillado en la trama de corrupción con Inspectores fiscales de su colega Josep Maria Huguet (Inspector Jefe de Cataluña), ambos “dice” que ganadores en bolsa de millones y millones que los juzgados consideraron corruptos. Los dos presumían de “talibanes” fiscales… con los contribuyentes.

Miren, en Finlandia, los pilotos de F-I y las mises son  las glorias nacionales. A pesar de ser un país pequeño, los “suomis” hacen ondean su bandera por las gradas de la F-I diseminadas por medio mundo. Un día, el ídolo Kimi Raikkonen fue descubierto se había convertido en “residente fiscal” en Mónaco (Monte Carlo). Fue una tragedia, un insulto para los finlandeses que desprecian el individualismo, tanto como nosotros despreciamos la virtud.

Bien en ese país de moralidad estricta, los periódicos arrancaron de sus portadas a Raikkonen; la F-I pasó a ser un producto de la televisión de pago; y Kimi sufrió el reproche de los suyos por ser un insolidario fiscal. Sencillamente, le volvieron la espalda, porque él lo había hecho antes. Nunca después le han perdonado. Él tampoco y no desaprovecha ocasión para decir burradas de su tierra.

Un país en el que los secretarios de Estado son profesionales de carrera; los alcaldes funcionarios que se presentan ante el elector y a los que se puede echar, sin “mangoneo” de partidos, y donde todos los ciudadanos saben lo que gana su vecino, su jefe, o los hijos de los expresidentes.

 

Nuestra falta de cultura fiscal es demoledora. Marc Márquez no va a tener problemas con sus fans por eso. Como no los tuvo Montserrat Caballé; Alberto Contador; o, apenas, Jordi Pujol, campeón del mundo del engaño superbike“a cuatro barras”.

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