Un centenar de personas se han manifestado la tarde de este miércoles ante la sede de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) en Barcelona, embargada por el caso Palau, para expresar su indignación tras la confesión del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol de que tenía cuentas en el extranjero.
El acto, que supone la primera manifestación de este tipo en la historia de la formación, había sido convocado por el grupo antisoberanista Somatemps, creado con el objetivo de "redescubrir la catalanidad hispánica, que rompa el discurso maniqueo del secesionismo", según explican en su página web.
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Los manifestantes se han concentrado ante la sede de la calle Córcega de Barcelona, en el distrito del Eixample, y ha transcurrido sin incidentes, aunque algunos manifestantes han lanzado varios huevos contra la fachada de la sede de CDC y uno de ellos ha cortado en dos una bandera estelada, la senyera utilizada habitualmente por los independentistas.
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El acto se había convocado para denunciar "la corrupción endogámica en la casta política nacionalista" -se han referido a Convèrgencia como 'Converupciò', resultado unir el nombre del partido y la palabra corrupción- y para reclamar "una regeneración inmediata de la clase política catalana y la finalización de las acciones del autodenominado proceso de independencia, al carecer de cualquier autoridad moral sobre la sociedad catalana".